Mediante una colaboración entre instituciones de 7 países y 9 ciudades latinoamericanas, liderada por la Universidad de las Artes del Ecuador, buscamos hacer audibles las múltiples alteridades locales, las voces apagadas y las melodías subalternas que constituyen el tejido del espacio-tiempo compartido. Si bien estas imágenes sonoras viajan en un sistema técnico global, también lo transforman, inspirando a los oyentes a reimaginar su entorno técnico. En definitiva, la Minga Latinoamericana plantea una escucha desobediente que, aunque se inicia desde la homogeneidad de una técnica universal, se dirige hacia la apertura a la alteridad local y a la exploración de imaginaciones técnicas diversas y posibles.